Poner nuestra completa confianza en el Señor sin esperar nada a cambio. Esforzarnos en poner a Dios primero en todas las cosas y seguirlo a dondequiera que Él nos lleve. José fue un ejemplo de esos pilares de nuestra fe. A medida que nos preparamos para el nacimiento de nuestro Señor, oremos por la fortaleza y el valor para ser un modelo de discipulado, tal como lo fue José.